La depilación masculina ha dejado de ser un tabú desde hace ya unos años. Los hombres cuidan cada vez su cuerpo hasta el más mínimo detalle y son cada vez más los que se someten a tratamientos de depilación con el fin de eliminar el vello de su cuerpo, ya sea por motivos estéticos o de salud.
Existen varios métodos de depilación masculina y que se adaptan a las necesidades de cada particular. Así, podemos distinguir entre la depilación con cuchilla, la crema depilatoria, la depilación con máquina de afeitar, la depilación con cera o la depilación con láser. Todas ellas son válidas y eficaces, tan sólo hay que decidir qué resultado queremos conseguir y ser conscientes de que hay que ser constantes en el tratamiento que se elija con el fin de maximizar los resultados.
Las zonas más preferidas para quitar el vello suelen ser las piernas, el abdomen o el pecho, principalmente en el caso de deportistas o personas que realizan cualquier actividad y donde el vello puede suponer una molestia. Además de estas zonas, algunos utilizan la depilación masculina en partes que hasta ahora solo pensábamos que las mujeres podían hacer, como son las manos, las cejas, el entrecejo, los brazos, los genitales o las axilas.
Si bien es cierto que algunos hombres llevan a cabo el tratamiento en casa, la mayoría de ellos prefieren acudir a centros especializados en depilación para someterse a un tratamiento, ya sea por recomendación de la pareja, por decisión propia o por otros motivos. Por norma general, suelen decantarse por métodos indoloros, rápidos y prácticos y es por ello que la depilación con láser suele ser la técnica más demandada en depilación masculina.