Durante siglos muchas y distintas culturas han utilizado plantas, flores y esencias por sus cualidades curativas y medicinales
La aromaterapia no es un tratamiento novedoso. De hecho, desde hace cientos de años chinos, hindúes, egipcios, griegos y romanos han usado los aceites esenciales en cosméticos, perfumes y medicinas. Pero, ¿qué es realmente la aromaterapia y qué efectos nos produce?
Se trata de una disciplina terapéutica que consiste en el aprovechamiento de los aceites esenciales extraídos de las plantas aromáticas con el fin de mejorar la salud mental y física de una persona. Estas esencias naturales se extraen de varias maneras, siendo la más común la destilación. Penetran a través de la piel, el olfato e incluso vía oral para actuar maravillosamente sobre el cuerpo, la mente y el espíritu. De entre estos aceites destacan el aceite de albahaca, el aceite de árbol de té, de jazmín, de rosa, de sándalo, entre otros.
La aromaterapia tiene un gran desarrollo en Europa, Canadá, Australia y algunos países de América, además de estar recomendada por la OMS (organización Mundial de la Salud). No reemplaza a la medicina tradicional sino que la acompaña y hace que sus efectos sean más rápidos y duraderos porque llegan a la raíz emocional despertando nuestras propias energías de curación. Sus efectos son varios y distintos, destacando entre ellos los relajantes, equilibradores, estimulantes, antidepresivos o los afrodisíacos.
Esta terapia actúa sobre los planos sutiles, por ello ayuda a la meditación, visualizaciones, concentración y a todas aquellas técnicas destinadas a buscar el equilibrio y armonía interior. Aunque se ha adaptado a la nueva sociedad existente y se han desarrollado nuevos efectos curativos y medicinales, lo cierto es que la aromaterapia es una de las disciplinas terapéuticas más antiguas.