Os contamos como crear un espacio habitable para nuestra mascota y decorativo tanto para ella como para nuestra casa.
Si bien es cierto que las tortugas no son de aquellos animales que interactúan con las personas, necesitan unos cuidados básicos para gozar de una vida alegre y saludable. Sin lugar a dudas, el accesorio que debemos tener en cuenta es el acuario, que va a suponer el hábitat donde va a pasar el resto de su vida.
Este terrario puedes comprarlo o hacerlo a tu gusto. Si lo que quieres es darle un toque personalizado, los pasos que te presentamos a continuación te pueden ser bastante útiles.
Obtén una pecera o tanque
Deberás conseguir un tanque lo suficientemente grande como para dar cabida a tu mascota cuando alcance su madurez. Las dimensiones mínimas de los terrarios para tortugas deben ser 3-4 veces la longitud de la tortuga, el doble de su anchura y entre 1,5 y 2 veces su altura.
Prepara el agua y la superficie
Trata de no obstruir el área de agua para que la tortuga pueda nadar libremente y no chocar con la decoración. Coloca los adornos en las esquinas, y cubre cualquiera de las demás equipaciones del terrario, como filtros o similar.
A las tortugas les encanta tomar el sol, por lo que también necesitan un área seca para descansar, y esta puede estar hecha de acrílico, vidrio, madera gruesa, plástico, o una piedra grande.
Recuerda mantener el agua limpia
las tortugas en su terrario pasan buena parte del tiempo en el agua. Es donde nadan, comen, beben, y liberan sus residuos. Por lo tanto, con el tiempo, el agua se acabará ensuciando, y eso hará que la tortuga se muestre susceptible a enfermedades si no se modifica.
Proporciona luz adecuada
A las tortugas les gusta tomar el sol, por lo que tendrás que adaptarles alguna luz de calefacción. Existen varias luces disponibles en las tiendas. Al instalarlas, asegúrate de que se centran en el área seca que tu mascota ha escogido como lugar de reposo.
Decora el tanque
Haz el hábitat de la tortuga un lugar un poco más acogedor, añadiendo adornos. Recuerda que debes lavar y esterilizar las cosas que recojas por el camino, antes de ponerlas en el tanque. No agregues decoraciones filosas y puntiagudas, ni demasiado pequeñas como para que la tortuga pueda tragárselas.