Antes de comprar uno, deben conocerse algunas consideraciones para que éstos sean lo más adecuados y seguros para el perro.
Los transportines para perros son herramientas muy útiles para desplazar perros de un lugar a otros, por ejemplo para hacer un viaje. Normalmente, los transportines están indicados para perros de menor tamaño, ya que tienen menos peso y son más fáciles de transportar. Pero existen accesorios para transportar perros de razas grandes, como jaulas o separadores de maleteros.
Cada transportín ha de adaptarse al tamaño del perro, antes de comprarlo hay que pensar cuál será su uso principal, lograr que sea un habitáculo agradable y elegir entre uno de los numerosos tipos de transportines para perros: rígidos, de plástico, acolchados y hasta con ruedas.
Los bolsos transportín, acolchados y con rendijas de aireación, pueden ser otra opción interesante (y más ligera) para viajar o desplazarse con perros de tamaño toy (pequeños).
Un transportín cómodo para el perro puede resultar un reclamo para el can: no es extraño que la mascota relacione la entrada en el transportín con un desplazamiento que puede ser más o menos largo.
Algunos consejos son los siguientes:
– La medida y peso del perro es importante a la hora de comprar un transportín: se debería pesarlo y medirlo antes de acudir a la tienda.
– El perro debería poderse levantar y estirarse en el transportín: eso quiere decir que debe ser tan amplio como para que la mascota pueda hacer esto.
– Colocar accesorios varios como mantas, juguetes del perro o colchones es una manera de hacerlo más atractivo para él.
– Pensar en el uso del tranposrtín: no es lo mismo uno que lleve al perro al veterinario que otro que usemos cuando nos vamos de viaje, no solo por el tipo de material sino por las restricciones o normas de empresa que pueden permitir o no el uso de éstos. Conviene, pues, informarse antes y decidir qué decisión tomamos.