¿Aún no conoces qué es la depilación eléctrica? Se trata de una técnica de depilación que consiste en quemar la raíz del vello, destruyendo sus células responsables del crecimiento y asegurando que no vuelve a salir. Para ello, se introduce una aguja finísima por debajo de la piel que emite una leve corriente que permite eliminar la raíz del vello.
El paciente necesita varias sesiones de tratamiento para conseguir una depilación definitiva debido a que el vello no crece con la misma frecuencia y mientras eliminamos una parte, hay otros pelos que todavía están creciendo y no se ven. Se suele aplicar esta técnica en zonas donde no se puede aplicar la depilación láser como las cejas, barbilla u otras partes de la cara.
Un especialista en depilación eléctrica será el encargado de guiar al paciente durante el tratamiento, al cual también indicará el modo en que se va a llevar a cabo dicha depilación eléctrica así como el asesoramiento durante el proceso.
Ventajas e inconvenientes
La depilación eléctrica es uno de los cuatro sistemas de depilación definitiva y el más indicado para la depilación de la cara. Elimina definitivamente el vello que pueda quedar después de haberse sometido a otros tratamientos de depilación y cuenta con la ventaja de que es aplicable a cualquier tipo de color de piel, pudiéndola usar todo el mundo.
Sin embargo, se trata de una técnica más lenta que el láser o la fotodepilación, ya que actúa pelo por pelo y no se practica en zonas amplias del cuerpo, como las piernas o la espalda por ejemplo.
Es importante también atender a algunas contraindicaciones que posee la depilación eléctrica en determinados casos, como pueden ser cuando la piel presenta heridas, utilizar la depilación eléctrica en el embarazo, en personas epilépticas, personas que posean marcapasos cardíaco, vello localizado en peca, personas con problemas de tipo circulatorio, etc.